Es necesario -para la salud biomecánica del cuerpo- estar atentos a los síntomas de una mala pisada. Y es que desde que comenzamos nuestros primeros pasos hasta llegar a la edad adulta (sin importar si se es padre, madre, joven, adulto atleta o un deportista amateur) pueden presentarse complicaciones en los pies.
Hay una multitud de personas que a diario padecen algún tipo de dolor, ya sea en los pies o en cualquier otra parte del cuerpo (cadera, la espalda, las rodillas o el tobillo.)
¿De dónde provienen estas molestias?
Casi siempre el dolor empieza por los pies e intentamos solucionar el problema adquiriendo plantillas genéricas de las que conseguimos en las farmacias, o simplemente buscamos un calzado más cómodo. Sin embargo, es probable que estas molestias continúen. En esos casos terminanmos culpando al calzado que utilizamos. Aunque es cierto que, en algunas ocasiones, estas molestias son debidas al uso de zapatos inadecuados o a tacones altos, no debemos descartar evaluar la biomecánica de la marcha, a fin de poder definir cuáles problemas podrían estarse generando por una alineación incorrecta de la postura corporal o una mala distribución de las cargas en la pisada, entre otros motivos.
Si tenemos problemas de apoyo es inevitable que la columna sufra las consecuencias, debido a que al no tener una buena posición de apoyo, se altera la estabilidad de la columna vertebral. De este modo, existe una relación íntima entre la forma de caminar con la estabilidad de la columna.
Nuestra espalda está constituida por un esqueleto que es un bloque articulado, rodeado de cientos de nervios, ligamentos y tendones. Cualquier inestabilidad o disfunción de cualquiera de sus componentes influye en el equilibrio, la postura, el apoyo y funcionamiento de nuestro organismo en general.
Las dolencias de espalda son, en la actualidad, una de las mayores causas de consulta al especialista. Sin embargo, pocas veces se le presta atención al origen del problema, limitándonos a solucionarlo usando analgésicos, masajes, terapias y soluciones quirúrgicas, lo cual es correcto, sin embargo, si no observamos ni corregimos las causas es altamente probable que vuelva a estar presente la patología. Por lo tanto, una pisada incorrecta va a afectar nuestra columna, por lo que tenemos que tener mucho cuidado con restarle importancia, pues el problema podría complicarse.
Saber detectar la causa real a tiempo es fundamental para eliminar el dolor y empezar a disfrutar de una correcta marcha, tanto en el deporte como en nuestra vida diaria.
¿Cuáles son los síntomas de una mala pisada?
Casi siempre el dolor en los pies aparece de la nada, producto de una lesión que se ha ido generando con el transcurrir de los años y al que no hemos prestado atención, extendiéndose al resto de nuestro sistema articular.
Los dolores asociados a la práctica de ejercicios de impacto -producidos por un mal gesto al caminar- terminan provocando que los tejidos se inflamen y duelan.
Entre los síntomas más comunes que pueden estar indicando que existe una mala pisada encontramos las siguientes lesiones:
- Fascitis plantar.
- Talalgia
- Inestabilidad en los tobillos.
- Tendinitis y tendinosis en los pies
- Metatarsalgia.
- Lesión de rodillas.
- Lesión de espalda.
- Lesión de cadera.
- Lesión de tobillos.
- Contracturas en gemelos. (gastrocnemius)
- Dolor lumbar o en la zona baja de la espalda.
- Desgaste del calzado en forma irregular.
Debemos reconocer que nuestros pies son una parte esencial en la locomoción y son, además, factor fundamental de nuestra evolución, al permitirnos la bipedestación (lo que nos diferencia de nuestros ancestros). Es una estructura perfecta conformada por 26 huesos en cada miembro, más ligamentos, tendones y nervios; los cuales hacen que sea perfectamente adaptable a cualquier superficie.
Por lo tanto, Pisar mal, puede terminar causando lesiones que necesiten de algún tratamiento como puede ser el uso de plantillas personalizadas, elaboradas bajo evaluación biomecánica computarizada.
Lo más importante es actuar rápido para proteger nuestra espalda, entre otras partes del cuerpo.
Hay algunas técnicas como la reflexología podal, que relacionan la planta del pie con la columna vertebral. Vale acotar que esta técnica, en el mejor de los casos, solo proporciona alivios temporales.
Si usted ha sufrido de dolores en los pies o en la columna en algún momento, es muy probable que ambas patologías guarden relación y sus pies necesiten una revisión. Puede que su columna no esté bien alineada.
Tenga en cuenta que esto es muy importante para su estado de salud en general.
Ing. Baldo Lerza
CEO de Feet Shoes