Algunas personas prefieren correr en la mañana, pues afirman que así obtienen un mayor rendimiento físico y que esto les ayuda a empezar la jornada con mejor humor.
En cambio, quienes lo hacen de noche, aseguran que salir a correr después de haber trabajado todo el día es una terapia inigualable. Corren para dejar atrás las tensiones acumuladas durante la jornada, despejar la mente y olvidarse de los problemas.
Cualquier momento del día es bueno para correr. Los especialistas apuntan que correr de noche es ideal en los meses en los que hace mucho calor. A la hora de practicar running debes evitar temperaturas demasiado altas, que te puedan llevar a experimentar una pérdida excesiva de líquido o un golpe de calor. Ahora bien, si corres de noche evita ir a dormir o comer inmediatamente después de hacerlo.