Un gran porcentaje de la población pisa de forma inadecuada sin ser consciente de ello. Una deformación mínima en la curvatura de la pisada puede desembocar en problemas mayores, sobre todo si la persona que la presenta acostumbra a practicar deporte de manera frecuente.
Como sostiene Ángel de la Rubia, presidente de la Asociación Española de Podología Deportiva (Aepode), la fascitis plantar es la enfermedad más común en los deportistas que suelen someter la planta del pie a presión reiterada, como los corredores, los jugadores de fútbol o de baloncesto. Según este experto, la fascitis plantar puede estar causada por un defecto de curvación en la planta del pie, como en el caso de un pie plano, un pie cavo o un pie valgo. Para saber qué tipo de pie tiene el deportista tendrá que someterse a un estudio de la pisada en el que quizás le diagnostiquen alguno de los siguientes trastornos causados por el debilitamiento de los ligamentos que sustentan la fascia plantar:
• Pie plano
El pie plano es una afección que consiste en la carencia de arco plantar. Según Javier Torralba Estellés, presidente de la Asociación Española de Cirugía Podológica (AECP), esta malformación es de las más frecuentes y afecta a alrededor del 20 por ciento de la población española. Aunque la mayoría de los casos de pies planos no causan molestias, los deportistas con este trastorno que hayan realizado deporte durante un tiempo prolongado pueden sufrir inflamación de la fascia debido al sobreuso del pie, lo que se traduce en una intensa sensación de dolor.
• Pie cavo
“El pie cavo es un pie con exceso de arco en la fascia plantar”, define de la Rubia. El pie de la persona que presenta este tipo de deformación no deja huella de la parte central de la planta ni de los dedos. Esta deformidad no es tan común como el pie plano, sin embargo, presenta un gran peligro de desembocar en otros trastornos mayores y también puede causar dolor.
Además, esta entidad patológica puede deberse a una afección neuromuscular, por lo que es preciso acudir al podólogo para que precise el diagnóstico sin dilación. “Debemos acudir al especialista en cuanto sintamos algún tipo de dolor o pinchazo por la zona del talón o del arco plantar”, recomienda Torralba.
• Pie valgo
Esta afección se caracteriza por la desviación lateral del talón, y puede surgir asociada al pie plano. El arco plantar disminuye y la carga se desplaza hacia la zona media del pie. “El pie valgo es una fábrica de desórdenes”, apunta el presidente de la Aepode. Según de la Rubia este trastorno es uno de los mayores peligros de desestructuración de otros mecanismos del cuerpo que pueden desembocar tanto en fascitis, como en juanetes o artritis de rodilla. Esta deformación es por tanto una de las mayores causas de lesiones y sobrecargas, y demuestra el hecho de que los problemas de la planta del pie no afectan al equilibrio de todo el cuerpo.
Como afirma de la Rubia, con las plantillas adecuadas se pueden resolver hasta el 90 por ciento de los casos que tienen que ver con la fascitis plantar. Por ello, es altamente aconsejable que aquellos deportistas que presenten algún tipo de dolor o pinchazo en los pies tras haber practicado ejercicio acudan cuanto antes al podólogo para que el especialista le indique el tratamiento y los ejercicios y estiramientos que más se adapten a la afección concreta de cada persona.
Fuente: www.latribuna.hn