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La corrección temprana de los problemas de la marcha en niños

El individuo en crecimiento sufre tantas modificaciones del aparato músculo esquelético que a veces es difícil diferenciar cuándo son situaciones patológicas o cuándo se trata de etapas normales del desarrollo. El primer médico en examinar al niño -desde su nacimiento mismo- es el Pediatra, el cual dentro de sus evaluaciones debe detectar aquellas circunstancias que se salen de la normalidad, a fin de que el médico ortopedista pueda actuar, utilizando muchas veces el crecimiento como fuerza de corrección, debido a la gran plasticidad del esqueleto del niño.El niño crece y se desarrolla dentro de un ambiente familiar, sus actividades, hábitos y en gran manera su conducta dependen de las condiciones familiares, de manera tal que podemos modificar al niño formando y enseñando a los padres a inducir ciertas conductas que beneficien su desarrollo. Por ejemplo, un niño con pie plano se beneficiará muy poco del uso de botas o plantillas ortopédicas si no convencemos a sus familiares de que debe hacer ejercicios aeróbicos que fortalezcan los músculos y ligamentos débiles e incompetentes para mantener el arco plantar.
La evaluación ortopédica debe realizarse poco después del nacimiento, durante los primeros días de vida. El pediatra deberá entonces hacer énfasis en el despistaje de deformidades congénitas cuya corrección en algunos casos es sumamente sencilla en la primera semana de vida y que, de perderse esta valiosa oportunidad, será difícil obtener resultados satisfactorios, incluso con cirugía.
Las Deformidades Angulares y Rotacionales de miembros inferiores son afecciones frecuentes del niño en crecimiento. La marcha intrarrotada (pies hacia adentro), puede deberse a Anteversión Femoral Proximal, a Torsión Interna de la Tibia o a Torsión interna o Adductus del Antepie.
En la Anteversión Femoral el niño tiende a sentarse en posición de “W” (posición comúnmente llamada de indio, por tener ambas pierna entrelazadas) porque ésta es una posición cómoda para él. Incluso, hay antecendentes familiares frecuentemente, y en la mayoría de los casos, a pesar de persistir la Anteversión Femoral, si el niño tiene suficiente actividad física corrige el defecto de marcha antes de finalizar la adolescencia. La Torsión Interna de las Tibias se ve con frecuencia en niños pequeños con hábitos de dormir y sentarse sobre sus piernas en rotación interna.
La marcha con Adductus del Antepie es una patología de origen congénito y debe ser corregida antes de los 2 años de edad. Se inicia el tratamiento con yesos correctores y una vez que se ha logrado la corrección se utilizan férulas posicionadoras nocturnas y calzado con horma recta y sin tacón, por espacio de 12 meses. Si el defecto se trata después de los 4 años de edad, este manejo tiende a ser poco efectiv. La cirugía correctora, en cambio, lleva a buenos resultados.
Las Deformidades Angulares de rodillas son etapas normales del individuo en desarrollo. El niño hasta los 2 años de edad presenta un arqueamiento de rodillas con separación variable entre las mismas o Genus Varum (rodillas separadas). Entre los 2 y los 3 años esta situación se corrige espontáneamente y el niño entonces comienza a pegar las rodillas y separa los tobillos o Genus Valgum (rodillas unidas). Es importante que el médico ortopedista pueda diferenciar cuándo se trata de etapas fisiológicas del crecimiento y cuando se sale de este rango, transformándose en deformidades patológicas.
Un Genus Varum (rodillas en “( )”) que no tiende a la corrección después de los 2 años de edad, cuya distancia entre las rodillas, con los tobillos juntos, es mayor de 4 cms. o que es asimétrico, debe ser tratado.Un Genus Valgum (rodillas en “X”), en un paciente obeso, hipoactivo (poca actividad), con una distancia intermaleolar (entre ambos tobillos), con las rodillas juntas, mayor de 7 cms. y que no tiende a corregir con el crecimiento, debe ser tratado a fin de que al final del crecimiento se haya logrado una adecuada alineación de los miembros inferiores.
Asimismo, la ausencia del arco plantar o pie plano, es una situación de angustia frecuente entre los padres.  Antes de los 2 años de edad no se puede hablar de Pie Plano ya que esto es fisiológico a esa edad. A partir de entonces el niño debe ir mejorando el tono y fortaleza de su aparato músculo-ligamentario y desarrollará un arco plantar de más de 1/3 de la huella plantar. Lo contrario es patológico y necesita atención y tratamiento.En la actualidad disponemos de estudios computarizados de la marcha, donde se puede evaluar de forma cuantitativa y muy individual, la proyección de la locomoción del cuerpo humano de una forma integral y así, diseñar por medio de un software, la plantilla necesaria para corregir posibles patologías de forma personalizada para cada niño con un alto porcentaje de corrección.Durante mucho tiempo se hizo un gran énfasis en el uso de “botas ortopédicas correctoras” y se vio como muchos niños a pesar de pasar toda su infancia con calzado ortopédico no logró ninguna o poca corrección; y es que si la causa del defecto es una debilidad músculo-ligamentaria no podemos esperar mejoría sólo con el uso de calzado ortopédico. La única forma de fortalecer un pie laxo, es con ejercicios. El niño ha sido diseñado por la naturaleza para estar activo desde que sale el sol hasta que éste se oculta y la sociedad se empeña en restringirles el espacio y la actividad. El calzado ortopédico o las plantillas tienen cuñas que posicionan el pie en una forma más adecuada para la marcha, pero si el niño no tiene actividad física suficiente su efecto correctivo es muy poco.Es importante hacer notar que tanto los Defectos Angulares y Rotacionales de miembros inferiores, así como el Pie Plano, necesitan de la práctica de ejercicios aeróbicos frecuentes para su corrección.Las fuerzas producidas por el ejercicio tienen un efecto corrector difícilmente alcanzable por cualquier tipo de aparato ortopédico por sí sólo. Cada día es más evidente que, para tener un niño con un aparato musculo esquelético sano, éste debe realizar una vida con mayor contacto con la naturaleza y menos actividad en espacios cerrados, como los video juegos y la televisión, que además tanto daño psicológico producen a una mente en desarrollo.
Baldo Lerza@BaldoLerza