El dolor que se siente al golpearse el dedo del pie, no sólo el más pequeño sino cualquiera de ellos, parece bastante desproporcionado respecto a su tamaño. Y respecto al daño sufrido, ya que no es más que un golpe pero el dedo reacciona como si fuera irreparablemente dañado para siempre. ¿Alguna vez te preguntaste por qué es que sucede esto? El sitio Ojo Científico cuenta la explicación:
La experiencia de dolor es algo complejo, sin embargo, en el caso de un dolor agudo pero breve, como el de golpearse un dedo del pie, es más sencillo. El dolor súbito e intenso tiene un claro propósito: funciona como una alarma, una señal biológica protectora que indica que debes dejar de hacer lo que sea que estés haciendo, intencionalmente o no, como patear muebles con el dedo pequeño.
El dolor depende de la densidad y del tipo de las terminaciones nerviosas en la zona de la herida, así como de la naturaleza del estímulo. Por ejemplo, si recibís un golpe con un martillo en el estómago, sentirás dolor, pero mucho menos intenso que si recibís ese mismo golpe en un dedo, del pie o de la mano. Esto se debe a que el estómago no posee demasiadas terminaciones nerviosas y en general está cubierto por varias capas de tejido.
Los dedos, sin embargo, están llenos de nervios, especialmente los llamados nociceptores, que una vez estimulados transmiten una señal al cerebro a través de la médula espinal, y que sirven para detectar potencial daño en los tejidos. Cuando te golpeas un dedo, estás estimulando varios de estos receptores al mismo tiempo. Cuando el cerebro lee todas esas señales, es cuando duele mucho.
La densidad y los tipos de nervios alojados en una determinada parte del cuerpo, también determinan la cantidad de tejido o corteza cerebral dedicada a ellos. Los pies, las manos, los labios y la lengua, por ejemplo, tienen destinada una parte mucho mayor de corteza cerebral que la cadera o el torso. Y sensorialmente esto tiene sentido, ya que son las manos, los pies y los labios lo que utilizamos para interactuar con objetos y con nuestro entorno en general.
Fuente: 24con.com