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Cómo escoger los mejores zapatos para correr

Puede ser una experiencia agobiante, pero elegir los zapatos adecuados para correr es un proceso por el que las personas deben pasar para obtener el máximo beneficio de soltar las piernas.

La gran variedad de opciones y de tipos de calzado que se encuentran en las tiendas genera muchas dudas entre los consumidores que tienden a tomar la decisión en base al precio y el diseño.

Sin embargo, estas dos variables son las últimas que deben entrar en la ecuación.

El primer paso luego de tomar la decisión de salir a correr es ir a una tienda especializada donde se podrá encontrar los diferentes tipos de calzado y personal entrenado para establecer el tipo de zapato que más se adapta a las necesidades de una persona.

Tipo de pisada

Una de las primeras cosas a determinar es el modo de andar de la persona, el tipo de pie y su pisada.La cantidad de marcas y modelos hace que el proceso de selección sea en muchas ocasiones una experiencia agobiante.

César Fernández, director general de Deerfoot en España, empresa encargada en la distribución y venta de calzado especializado para deportistas, explicó que hay tres categorías de pisada que engloban a las personas.

“Está la pisada neutra que distribuye el contacto de manera equitativa sobre toda la planta del pie, el pronador que apoya con la parte interior del pie y supinador que se apoya con el borde exterior del pie”.

Para Fernández la mayoría de las personas se ubican en las categorías neutra y pronador, mientras que “sólo el 3% o 4% tienen una pisada supinadora”.

La recomendación es que para los pronadores, donde entra la mayoría de las mujeres ya que poseen caderas más anchas, se utilice un calzado con una suela un poco más rígida, como el que se sugiere para las personas con más peso corporal.

Las personas pueden tener tres tipos de pisada: pronador, neutro y supinador.

“Aquí entran en la ecuación dos variables que suelen ir relacionadas, como son el peso y la frecuencia con la que se va a correr”, expresó Fernández.

“Una persona que corre dos veces por semana está en un nivel de iniciación, por lo que suele tener un peso mayor que un corredor que lo hace cinco veces por semana”.

“Este último necesita un zapato más ligero con menos amortiguación, mientras que para los otros se recomiendan zapatillas con más amortiguación y estabilidad, que se logra poniendo unas piezas en la parte intermedia para aumentar la rigidez del calzado”, explicó el director de Deerfoot.

De montaña, carretera o pista

Otro elemento a tener en cuenta es la superficie en la que se va a correr, si es asfalto, tierra o una mezcla.

“El tipo de agarre es importante para obtener el mayor rendimiento. Es como en una bicicleta, si necesitas una de montaña o de carretera”, comparó Fernández.

“Si utilizas una suela para correr en montaña sobre el asfalto el pie se te enganchará constantemente aumentando el nivel de esfuerzo y el riesgo de lesiones. Lo que se necesita en este caso es un calzado deslizante que permita desplazarte mejor”.

El siguiente paso es elegir el tamaño del zapato, que se recomienda sea un poco más grande que el calzado que la persona utiliza a diario, “como un dedo horizontal entre el pie y la punta del zapato”.

Fernández aclaró que “el pie se dilata por el calor y aumenta de tamaño” lo que podría causar ampollas y uñas negras.

Una vez determinadas todas las variables anteriores el consumidor podrá escoger entre una variedad de modelos y marcas, por lo que se recomienda probar el calzado en la tienda, dar unos pasos y percibir con cuál se siente más cómodo.

Sólo aquí, en este momento, es que se puede incorporar a la fórmula el precio, el color y el diseño del calzado.

Artículo tomado de www.bbc.co.uk