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¿Practicas Trail Running? Pon atención a estos consejos

No nos engañemos. La montaña es uno de los escenarios más hostiles para correr. Empezando por el terreno, pedregoso, desigual, abrupto, y acabando por la climatología. Te damos diez consejos para entrenar con seguridad en la montaña.


  1. Avisar a alguien del lugar al que vamos a ir.
     Incluso del recorrido que tenemos previsto hacer, sobre todo si salimos en solitario. Mejor correr por senderos conocidos en los que suele haber otros compañeros entrenando o aficionados al trekking. Es bueno que nuestro itinerario pase por algún refugio de montaña. En caso de accidente o lesión grave, las personas que vengan a socorrernos sabrán mejor donde buscarnos.
  2. Llevarnos un frontal en la mochila. Aunque vayamos a hacer un pequeño rodaje a media tarde en la montaña y pronostiquemos estar de vuelta antes de que anochezca, nunca está de más llevarnos el frontal en la mochila. En caso de perdernos o a poco que se alargue el entrenamiento, el atardecer nos irá restando luz. Además, el espacio que ocupa en la mochila es muy pequeño y la ayuda que nos puede proporcionar muy grande.
  3. Introducir una chaqueta impermeable en nuestra mochila. Vital en los meses de otoño e invierno e imprescindible en los entrenamientos que transcurran de noche. Nuestro primer objetivo en la montaña es reducir a cero el riesgo de sufrir una hipotermia, un fantasma que persigue muy de cerca a los corredores, sobre todo a esos minimalistas obsesionados con el peso. Aunque trescientos gramos nos parezcan un añadido innecesario, el día que necesitemos tirar de la chaqueta aprenderemos a valorarla.
  4. El agua, mejor que sobre a que falte. En la montaña los tiempos en carrera se alargan exponencialmente, por ello es mejor siempre prevenir a la hora de cargar la mochila de agua. Deshidratarnos en medio del monte en un caluroso día de verano puede complicarnos mucho el rodaje. Añadiendo un poco más de agua de la, previsiblemente, necesaria nos curaremos en salud. Si el agua lleva sales minerales, mejor.
  5. Saber donde estamos en cada momento es fundamental. Ir acompañado de un GPS, mapas o cualquier otro utensilio que nos ayude a orientarnos es crucial. En carrera, estar atentos a las balizas de la organización, no al que va delante de nosotros. Despistarnos por seguir al corredor que tenemos delante es el pan de cada día en las carreras de montaña. Sabiendo donde nos encontramos podemos dar referencias por si tienen que venir en nuestra ayuda.
  6. Estar atentos a las previsiones meteorológicas. La montaña es un lugar que no pide explicaciones ni da segundas oportunidades. Meternos a entrenar en solitario en el monte una tarde en la que den fuertes nevadas o lluvia intensa puede ser peligroso. No hay que jugarse el pellejo. No pasa nada por aplazar esa tirada larga hasta el día siguiente o rodar por otro lugar distinto al que teníamos previsto.
  7. Hacer caso a las listas de material obligatorio de las carreras. Aunque en muchas ocasiones nos cueste y consideremos inútiles algunas cosas, si la organización, conocedora del recorrido, recomienda llevar ese material, por algo será. La gran mayoría de corredores no somos favoritos a la victoria, por lo que racanear unos gramos de peso en la mochila tampoco tiene mucho sentido si lo que se pone en juego es nuestra seguridad.
  8. Innovar con cabeza. Sobre todo en lo referido a nuevas rutas y montañas. Está bien explorar nuevas zonas, caminos y senderos aún vírgenes para nuestros pies, pero debemos hacerlo cuando las circunstancias climatológicas y temporales sean favorables. Si hemos perdido la ubicación o no estamos seguros del lugar al que hemos llegado, es preferible darse la vuelta y reencontrarse que seguir avanzando y arrepentirnos cuando ya sea demasiado tarde.
  9. Llevar en la mochila un kit de emergencia. Hay botiquines básicos de tamaños muy pequeños que pueden ser muy útiles para ultras o carreras por etapas. En ellos suele haber este material: apósitos estériles, vendas, equipo de curación, esparadrapo, alcohol yodado, agua oxigenada, gasas estériles, pomada para contusiones, aguja e hilo, mascarillas y cremas para picaduras y quemaduras, entre otras muchas cosas. Seguramente antes o después, todos en la montaña necesitemos alguna de estas herramientas.
  10. Elegir utensilios para las tiradas de más de un día. Los corredores de montaña más aventureros a menudo pasan más de veinticuatro horas seguidas en el monte, donde incluso acampan. Si es tu caso, no olvides cargar estos utensilios a tu mochila: venda elástica adhesiva, betadine, vaselina, pastillas de potasio, pastillas de sal, geles, barritas, manta térmica, silbato, linterna, ropa de recambio, teléfono móvil, guantes y gorro.

Artículo tomado de http://www.planetarunning.com