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Ejercicios para prevenir la fascitis plantar

Una de las lesiones que con frecuencia más asusta a cualquier corredor es la fascitis plantar principalmente por lo impreciso que es su diagnóstico y por lo largo y  lento de su tratamiento.

Hoy no hablaremos de su diagnóstico ni tratamiento, sino de cómo prevenir su aparición.

La Fascitis plantar no es otra cosa que la inflamación de aguda de la aponeurosis plantar del pie; cuyo síntoma principal será el dolor plantar en el talón o en la zona media del pie debido generalmente a microtraumatismos de repetición.

Es una lesión que se alarga en el tiempo por la acumulación de horas de entrenamiento.

 Por ello es importante entender el trabajo de la llamada venda gastrosóleo plantar que no es otra cosa que una banda imaginaria que recorre toda la parte posterior de la pierna hasta la punta de los dedos, actuando así como una polea imaginaria situada en el talón.

Entendiendo este concepto entenderemos también que cualquier sobrecarga o excesiva tensión a cualquier nivel de esta venda va a repercutir sobre la zona de mayor carga de nuestro cuerpo: la planta del pie.

Por lo tanto lo mejor  es huir de esta lesión y podemos hacerlo de muchas formas, algunas son evidentes, como por ejemplo estirar a diario toda la cadena posterior y visitar al fisio con frecuencia para que nos trate las sobrecargas y putos gatillo.

Otra de las cosas que previene este tipo de lesiones es la flexibilidad y fortalecimiento en el tendón Aquileo, esto podemos realizarlo mediante ejercicios excéntricospor ejemplo elevar ambos pies desde el suelo (de puntillas) y recuperar la posición bajando muy lentamente. Este es un ejercicio que tiene excelentes resultados y podemos utilizar como ejercicio de calentamiento previo a la carrera.

 Por último algo que he probado personalmente y doy fe que funciona muy bien  es el automasaje diario en las plantas de los pies; por ejemplo antes de acostarnos. La forma de realizarlo sería desde el centro del talón con el dedo gordo de nuestras manos hasta la base de las cabezas metatarsales, de primera a quinta y repetir durante 2 a 4 minutos. Con esto conseguimos eliminar a diario las pequeñas tensiones que van surgiendo en la fascia, también notar y sentir los cambios: si está más rígida la de un pie que otro, si crepita etc.

Es algo muy sencillo de realizar y realmente efectivo, solo tenemos que perder unos minutos cada día y podemos hacerlo con cualquier crema para pies (de paso los hidratamos que son los grandes olvidados), con aceites o cualquier crema que nos guste por ejemplo de árnica.

¡Ponlo en práctica ya y verás que tus pies lo agradecerán!

Helena Herrero

Publicación tomada de http://helenaherrero.blogspot.com