Normalmente la edad en la que se lleva a un pequeño para iniciar un tratamiento ortopedia suele oscilar entre los dos y tres años, pero si se espera tanto se deja pasar tiempo muy valioso e importante ya que la mejor edad para llevar a un pequeño es al año y medio, y si el pequeño inició a caminar antes también será necesario llevarlo lo antes posible.
El motivo más frecuente para llevar a un niño de visita con un médico ortopedista pediatra es para consultar defectos en postura o en el andar, pero también se puede ir para consultar sobre defectos de pie plano o defectos de hiperlaxitud.
Hasta el 30% de los pequeños suelen tener algún defecto en su pose, de pie plano o de hiperlaxitud, que suelen ser problemas heredados por sus padres desde el momento de la concepción.
Hay tres pruebas muy simples para determinar si un niño tiene hiperlaxitud:
- Flexionar el pulgar hacia atrás y si toca el antebrazo, se pude considerar positivo.
- Flexionar los cuatro dedos hacia atrás y si se colocan paralelos al antebrazo se considera positiva.
- Extender el brazo y antebrazo en toda su extensión y si ésta es mayor a 180 grados se considera positiva.
Información publicada en mauricioarouesty.com