Vivir con diabetes significa que el nivel de azúcar en la sangre está más alto de lo normal porque su cuerpo no produce insulina o no maneja bien la insulina. La insulina es responsable de transportar la glucosa, un tipo de azúcar en la que se convierten los alimentos que consume, a las diferentes células del cuerpo para ser usado como energía.
Si descuida su diabetes con el tiempo podría dañar los nervios y los vasos sanguíneos. Los nervios periféricos son los que comienzan en la médula espinal y siguen hasta las extremidades: brazos, manos, piernas y pies. Cuando estos nervios están dañados los pies no reciben suficiente sangre y oxígeno y pierde la sensación en los pies. Sin la sensibilidad podría cortar su pie o ser picado por un insecto sin sentirlo. Las heridas, aun las más leves, podrían llegar a infectarse y causar úlceras, en casos más severos, podría ser causa de amputación.
Por eso es vital el control adecuado de la diabetes y usar calzado en todo momento. Mientras menos expuestos tenga sus pies a picadas de insecto, al riesgo de cortaduras, o a cambios ambientales, frío o calor extremo, menor el riesgo de infecciones.
El zapato ideal para sus pies
El zapato ideal para el pie diabético es el que protege sus pies, es cómodo y ofrece estabilidad.
Protección. El zapato para el pie diabético debe ser con los dedos y talones cubiertos. Si compra zapatos en piel asegúrese de que no tengan costura en el interior del zapato. El interior del zapato debe ser liso y suave.
Comodidad. El mejor momento del día para comprar zapatos es en la tarde o noche cuando sus pies ya están grandes. Nunca compre un zapato sin antes medírselo o un zapato que le queda apretado con la esperanza de que va a estirar. Pruebe los zapatos en ambos pies y camine con ellos. Deben sentirse cómodos con la parte del talón firme.
Si la zona del talón se resbala de arriba hacia abajo según camina, considere medio número menos.
Siempre hay un pie más grande que otro, asegúrese que le calza cómodo al pie más grande. El metatarso de su pie es el punto más ancho justo antes que comiencen los dedos. Elija un zapato que no le apriete esa zona. Evite los zapatos puntiagudos.
Los pies cambian con la edad y así la talla de sus zapatos. Para saber si está usando el tamaño correcto de zapato haga la siguiente prueba:
–Póngase de pie sobre un pedazo de papel.
-Pídale a alguien que dibuje un trazo alrededor de sus pies.
-Trace una línea alrededor de sus zapatos.
-Compare ambos trazos. El ancho de sus zapatos debe ser más ancho que la medida de sus pies. Debe sobrar ½ pulgada de zapato de largo después de su dedo más largo del pie. ¿Es su calzado más estrecho? ¿Sus dedos están apiñados? Considere por su salud descartar los zapatos que no le calcen bien.
Estabilidad. Las suelas del zapato deben ser firmes, no resbalosas. Prefiera las suelas gruesas que amortigüen el impacto de las superficies duras. Los zapatos de tacón bajo son más cómodos y seguros que los de tacón alto y no dañan sus pies.
Recursos
“Caring for Your Feet With Diabetes” WebMD. Revisado 27 de mayo de 2013. Accedido: 17 de julio de 2013. http://diabetes.webmd.com/features/caring-for-feet
“El cuidado de los pies” Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento. Institutos Nacionales de la Salud. 8 de noviembre de 2011. Accedido: 17 de julio de 2013.http://www.nia.nih.gov/node/790
Artículo publicado originalmente en ladiabetes.about.com