Desde hace unos años, salir a correr es una tendencia al alza. El running se ha ganado, por méritos propios, ser una de las disciplinas deportivas favoritas de muchas personas que quieren ponerse en forma. Seguro que en tu entorno hay uno o varios runners. La libertad de horarios, lo económico de su práctica, la sensación de realizar deporte al aire libre y los rápidos resultados en la mejora de la salud física, son algunas de sus bazas.
Pero, eso sí, como sucede con casi todos los deportes, hay que tener en cuenta una serie de consejos si no queremos tener problemas, sobre todo en forma de lesiones, tal y como nos explican los expertos de Amatteur -una red social dedicada al deporte-.
No decaigas en la primera salida
Tal vez nunca te ha llamado la atención lo de calzarte las zapatillas para salir a correr fuera. Pero tus amigos te han convencido y has decidido probar. Si es la primera vez, tienes que tener en cuenta que puede ser duro. Por eso, lo principal es estar mentalizado y tener muy presente que es posible que las fuerzas te flaqueen en la primera salida, y que acabes poniendo excusas para no volver a salir. Si se espacia mucho entre la primera vez que se va a correr y la siguiente, es muy posible que ya no se vuelva a practicar. Lo ideal es que, si se ha tomado la determinación, que la continuidad sea la prioridad. En cada salida se notará menos esfuerzo y más fuerza, lo que aumentará la motivación y el rendimiento.
Cambia de rutas
Uno de los problemas que achacan los detractores de este deporte es que correr puede ser aburrido. No tiene por qué serlo. Precisamente una de las ventajas del running es la variedad que ofrece. Hay miles y miles de kilómetros a disposición del deportista. En este sentido, es una buena idea modificar la ruta cada semana, se planifiquen salidas de fin de semana en lugares agradables, como puede ser al lado del mar o en parajes campestres. Hay un sinfín de posibilidades.
¿Cuántas veces en semana?
Como en todo deporte, pero en el running más, la constancia es lo primero. Por eso, es importante proyectar como mínimo tres salidas a la semana. De esta manera, se podrán notar los beneficios. No es válido correr un día una semana y a la siguiente dos, es mejor establecer una rutina. Dentro de ello, el hecho de que sea una actividad libre, no sometida a horarios, implica que sea uno mismo el que elija en qué momento le va mejor. A veces una semana, será más factible antes de ir a trabajar, pero otras después. Esto no es problema, lo único es que sean siempre, cada semana, entre dos y tres salidas mínimo.
Escucha a tu cuerpo
Es primordial realizar estiramientos antes y después de la actividad, con el fin de prevenir lesiones. Si a pesar de ello, a la hora de correr se nota el menor dolor, hay que parar. No conviene “forzar la máquina” ya que lo que puede ser una simple tendinitis, acabe en algo más serio. Por eso, si se observan molestias, es mejor parar, caminar, y dejar un espacio de descanso, para que el cuerpo se recupere.
Invierte en zapatillas
Muchos se lanzan a la “moda” del running, principalmente porque es un deporte gratuito. Sí, lo es, pero, es esencial tener en cuenta la importancia del calzado. Nunca se deben utilizar zapatillas que estén ideadas para otras prácticas deportivas, ni zapatillas que sean demasiado económicas. A la larga, se notará, y podrá provocar una lesión. Por eso, lo único en lo que sí que habrá que hacer un desembolso económico es en las zapatillas. Tendrán que ser las adecuadas a las necesidades y hábitos del runner.
Artículo publicado originalmente en enforma.hola.com